¿Y de qué sirve decirlo?
Tu superficie, mi superficie
están tranquilas.
¿Y de qué sirve decirlo?
Más allá del bruñido espejo
las libélulas se ahogan
en aguas envenenadas.
¿Y de qué sirve decirlo?
Olvidaba que tu cauce
se secó hace ya tiempo
y los pájaros descansan
en su lecho último de cieno
para siempre.
¿Y de qué sirve decirlo?
nada más...
yo sola me tragaré toda
toda esta ponzoña.
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