miércoles, 22 de julio de 2009

La chambre bleue.





























Aparte del siniestro cuento que me inspiró (lo puedo pasar a quien le interese), la terrorífica estancia donde tuve el privilegio de dormir una nohe de mi tournée francesa también dio para unas cuantas fotos gamberras. La verdad es que no le hacen justicia, hay que cambiar mentalmente el flash por una luz tipo Los Otros, apta para fotofóbicos, el olor a muebles viejos y el rechinar de suelos y alfombras... añado también algunas fotillos más para darle algo de ambiente. Desde luego, si alguien está pensando en organizar una partida de roll, ouija o similares y no le importa que el lugar pille un poco apartado, es el sitio ideal: un antiguo molino reconvertido en habitaciones, pero conservando el mobiliario (con siniestro album de fotos de antepasados y todo)... terrorífico y fascinante a la vez. Si una noche en blanco vale un cuento, no podía merecer más la pena.

2 comentarios:

  1. jajaja ¡La de la cortina sí que da miedo! Es bueno volver a la vena siniestra. La extraño. Un besote.

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  2. CATAKROKER!Con mucho menos Iker Jimenez te hace un documental!

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