sábado, 15 de septiembre de 2012

Stairway to heaven


 


Tu mentón, tu cuello, tu pecho.
La sima de la que no
quiero salir.
Mi mirada es atisbar
movimientos de sombras que no existen.
Un rabillo del ojo sin aliento
por temer lo que no ve.
Pero aquí dentro, palpitando yo contigo, puedo evocar
la melodía, aquélla que trae las risas
al largo esperar del bosque.
To be a rock and not to roll.
O sí, rodar en el camino, más sombra que alma,
para volver y que haya
un solo sentido.
Y que no me haga falta ni calor ni amanecer,
ni que oro sea todo aquello que
reluce.
Porque tu pecho y cabellos me envuelven como esa flauta
que cree revolotear
entre árboles del bosque.
Para mí no hay más luz ni peldaños de aire
que prenderme a tu canción, una hoja más.
Y que todo sean notas, que todo sean esas notas,
y el desear -aunque sólo el deseo exista-
 eterna la espera en tu cuerpo
al acorde final de la luz y el resplandor.

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