martes, 30 de junio de 2009
On the road.
Pues a lo tonto, como en todo, llega un año mas el momento del exilio, esta vez mas tarde y dolorosamente que nunca. Nunca habia aguantado en Madrid hasta el mismisimo julio, nunca me habia dado tanta pena dejar a la gente de aqui. Las cosas llegan sin pensar: el ultimo finde con los amigos, las despedidas, el volver a meter el armario en la maleta... y sin pensar pasado mañana estare partiendo para Francia one more time, y sin pensar estare currando otro verano mas, inmersa de golpe en la voragine de Numancia con mis niños (ayyy angelicos), mis queridos maestros artesanos, mis lecturas de guiones y dibujos de movimientos en la pizarra que nunca llego a captar, los atardeceres sobrecogedores alli arriba, junto a las torres de la muralla, los amistosos encontronazos de guerreros numantinos y romanos que se dejan llevar por la emocion del momento, los topillos, las piquetas, las carretillas, los callos, las agujetas en los riñones, la tierra que se mete en la nariz, en las orejas, en el pelo y no sale del todo con la ducha; la crema para el sol que brilla por su ausencia... aburrirme este año no me voy a aburrir, para eso me han encomendado amablemente un trabajo de investigacion del Master que tengo que solucionar para septiembre. Asi de entrada parecen muchas cosas, y siempre se pasa sin sentir. Espero que, con su existencia paralela en el blog, puedan durar un poco mas.
jueves, 25 de junio de 2009
...esto iba de ilustradores.
No es que me preocupe en exceso, pero la cantidad de tiempo que llevo sin escribir, ni siquiera un miserable cuentecillo, empieza a ser algo alarmante. No me queda más remedio que consolarme, como otras veces, con la idea de que hay épocas en las que se vive y épocas en las que se escribe, yo por lo menos no soy capaz de hacer las dos cosas a la vez -o en poquísimas ocasiones. Digamos que hace falta un poco de tiempo para filtrar las cosas y poder hacer con ellas algo que merezca mínimamente la pena. Tiene Millàs en su ultimo libro una definición sobre la escritura que me gustó bastante: dice que escribir es como el bisturí eléctrico que tenía su padre: abre la herida y la cauteriza en el mismo instante. No sé si sera siempre así pero cuando sufro o estoy triste me ayuda bastante la idea de que habrá merecido la pena si resulta literaria o artísticamente rentable. La verdad es que estoy atravesando una época bastante confusa -bastante reveladora también, supongo. Al final, todo es tan desalentadoramente sencillo como una continua zozobra entre la realidad y el deseo. Entre cómo son las cosas, cómo se espera que sean, lo que la mente sabe perfectamente pero el estómago se empeña en no seguir e ir a su aire... cuánto cuidado hay que tener con lo que se desea. Si he aprendido algo de todo lo que he vivido es que las cosas nunca salen como uno las espera. No digo ni mejor ni peor, sólo digo diferente. Y admiro a la gente que consigue dominar lo que siente a través de sus pensamientos, aunque sea en parte, porque a ese respecto sigo sacando cero patatero. Hay muchas cosas que me aguanto por seguir mi manera de pensar, pero eso no me evita el sentir cosas de las que en no pocas ocasiones me avergüenza. No es fácil la libertad tal y como yo la entiendo, es decir, el poder elegir un camino por voluntad propia y el tener el aguante suficiente para seguirlo, aunque eso conlleve el tener que aguantar un montón de cosas que no molen tanto...
Pero en fin, que ya rayo, lo que quería era hablar de los ilustradores que descubrí en París, allí donde hay centenares de metros cuadrados dedicados a los comics y venden postales con ilustraciones que fueron la ruina de mi presupuesto. Vi muchas cosas interesantes, pero sobre todo me gustaron dos de ellos: Nicoletta Ceccoli y Benjamin Lacombe. Si tecleáis sus nombres y .com sale su página, bastante apañada en ambos casos. Los dos tienen un estilo bastante afín, ese aire nebuloso y onírico en el que no naïf y lo siniestro se fusionan como si nunca hubieran sido dos cosas diferentes. Los que me conocen un poquito ya sabrán que cuanto más sutil sea lo malrollesco, más me gusta. Y a las ilustraciones de estos dos se les pueden dar vueltas y vueltas... un granito de arena más para el mundo interior de uno. El tipo de dibujos con el que se cogen las depresiones de nivel artístico propio tan a gusto, jej. Pues hala, a disfrutar.
sábado, 20 de junio de 2009
Gris
Un alba grisácea se
arrastra enre las
rendijas de la
persiana,
y todo pesa y es oscuro,
como un templo
polvoriento.
Se perfila
tu silueta, apenas una línea
sumergida entre las sombras.
Una larga horizontal con ángulos
aristados,
firmes, sin concesiones
perdiéndose hacia el horizonte.
Y el latir del corazón junto al oído.
Te tengo tan cerca
que mis ojos no aciertan
a verte,
sólida sombra de ángulos afilados
que respira constante,
pausada.
Tenues
olas en el mar
de la sombra.
Sin embargo, el polvo grisáceo de
siglos de amaneceres
sin sueños
cae a plomo sobre mí, sobre ese punto de adentro
refugio del péndulo de la angustia.
Tenaza de unos brazos que te abarcan,
que se aferran a tu cuerpo
sin poder alcanzarte;
de que repiras junto a mí, lío
de cuerpos entre sábanas
abrazadas,
sin poder tenerte.
Qué lejos, qué lejos estás ahora, entre el humo
gris
indeciso y vago.
Cómo ahoga la impotencia, gris
entre gris,
hasta volver insensible al cerebro.
Diafragma,
sólo diafragma atenazado.
Te abrazo con doble lazo
y no consigo abarcarte;
mi boca llama a tu piel,
territorio
ahora de sueños lechosos que se cuelan
como nubecillas
en la mente,
y que nadie recordará,
pero harán
sentir
su sombra.
No hay tonos de alarma posibles
para despertar
en esta hora de la
angustia,
que anuncia,
callada y sorda,
que no será mucho mejor
el exhausto amanecer.
Te me escapas,
arena grisácea entre los
dedos
a la hora de la sombra.
Te me escapas en un aura
de reposo
y me dejas,
a solas con mi angustia
planeando
en la otra esquina.
arrastra enre las
rendijas de la
persiana,
y todo pesa y es oscuro,
como un templo
polvoriento.
Se perfila
tu silueta, apenas una línea
sumergida entre las sombras.
Una larga horizontal con ángulos
aristados,
firmes, sin concesiones
perdiéndose hacia el horizonte.
Y el latir del corazón junto al oído.
Te tengo tan cerca
que mis ojos no aciertan
a verte,
sólida sombra de ángulos afilados
que respira constante,
pausada.
Tenues
olas en el mar
de la sombra.
Sin embargo, el polvo grisáceo de
siglos de amaneceres
sin sueños
cae a plomo sobre mí, sobre ese punto de adentro
refugio del péndulo de la angustia.
Tenaza de unos brazos que te abarcan,
que se aferran a tu cuerpo
sin poder alcanzarte;
de que repiras junto a mí, lío
de cuerpos entre sábanas
abrazadas,
sin poder tenerte.
Qué lejos, qué lejos estás ahora, entre el humo
gris
indeciso y vago.
Cómo ahoga la impotencia, gris
entre gris,
hasta volver insensible al cerebro.
Diafragma,
sólo diafragma atenazado.
Te abrazo con doble lazo
y no consigo abarcarte;
mi boca llama a tu piel,
territorio
ahora de sueños lechosos que se cuelan
como nubecillas
en la mente,
y que nadie recordará,
pero harán
sentir
su sombra.
No hay tonos de alarma posibles
para despertar
en esta hora de la
angustia,
que anuncia,
callada y sorda,
que no será mucho mejor
el exhausto amanecer.
Te me escapas,
arena grisácea entre los
dedos
a la hora de la sombra.
Te me escapas en un aura
de reposo
y me dejas,
a solas con mi angustia
planeando
en la otra esquina.
jueves, 18 de junio de 2009
...la boheme
I'm feeling weak today,please don't crush me, I keep on walking far away, I keep on rolling all in vain, I'm feeling slow today, so don't rush me, we live this wretched serenade, you keep me playing anywayyyy.... y peazo de estribillo, que grandes. Hay momentos en los que te entra la duda de si la gente valora en su verdadera dimension lo que tiene, de si tus palabras han sido realmente escuchadas... y esa duda llega por la noche a tu cerebro como podrian hacerlo un puñado de carcoma, o de termitas. Al principio es un nidito miserable, nadie se da cuenta ni de que existen, pero ellas comienzan su trabajo. Se mueven dejando una estela de garabato negro, o una huella lechosa, y alli por donde pasan depositan sus larvas, que se retuercen en su envoltorio transparente queriendo mas, siempre mas. Y cuando te quieres dar cuenta, la angustia te ha invadido de tal forma, son tantos los pensamientos oscuros que estan ahi, alimentandose compulsivamente para crecer, que tu cerebro se anula. Solo tocarlo y se desharia en miles de particulas de polvo. Y tu rezas para que llegue pronto el dia, porque las cosas siempre se ven de forma diferente por la mañana, pero el dia no te trae demasiado consuelo, solo te recuerda la lista de tareas que vas a tener que desempeñar hoy, mientras tu cerebro sigue ahi, en constante peligro de que sus incontables agujeritos acaben ocupando mas superficie que el mismo... no se, la verdad es que quien no haya vivido algo asi dejara de leer justo en este punto, pero cuando se han perdido la confianza y la ilusion en algo cuesta mucho recuperarlas, por mucho que no se tenga motivo aparente para hundirse. Por eso hoy me apetece hablar de Paris, porque es el arma mas luminosa con que cuento en estos momentos para combatir el arreciar de la inquietud y la zozobra.
Bueno, en realidad no me he acabado de explicar; de lo que quiero hablar es de mi viaje relampago a Paris hace poco mas de una semana, creo que un recuerdo asi se lo merece. Cierto que tenia muchas ganas de volver a ver la ciudad despues de tantos años, y tras haber cambiado tanto, pero tambien es cierto que casi tenia mas ganas de ver a Lara, mi anfitriona, despues de un año entero sin apenas contacto, saber como estaba y conocer su vida de Erasmus alli. Creo que una de las cosas mas bonitas que tiene la amistad es que, cuando estas en sintonia con una persona, no importa el tiempo que hayas pasado lejos; te encuentras con ella y la conversacion surge con tanta espontaneidad como si la hubieras visto el dia anterior. Lara me acogio en su buhardilla bohemis en pleno Barrio Latino, comme il faut; no se me ocurre mucho mas que decir que, sencillamente, ha sido uno de los espacios que he idealizado durante toda mi vida. Una buhardilla donde refugiarse, inspirarse, asomarse al tejado... porque lo mejor queda enmarcado por la ventana: los tejados de Paris, la imponente cupula de Val de Grace, la tour Montparnasse y, como no, la punta de la torre Eiffel: el vasto reinado de los gatos y las palomas, de las nubes y las estrellas, ante los ojos de uno. Y en fin, que me estoy enrollando como una persiana. Pude conocer Paris a pie, que es como realmente se conoce una ciudad; pude percibir la plomiza capa de siglos de historia que aplasta con su peso a cada edificio; pude ver un movimiento y una vida por las pequeñas calles que, conociendolas tan someramente como es el caso, resulta tremendamente facil de idealizar; pude descubrir rincones y tiendecillas portadores de objetos tan singulares y llenos de encanto que no tiene sentido hacer mayores descripciones; pude recordar como, en contadas ocasiones, la globalizacion puede ser positiva al permitirme saborear el te denso de una mezquita, el carcade egipcio extrañamente dulzon y agrio a la vez, el sushi japones, las genuinas crepes francesas (como no), o el mejor pastel de chocolate que he probado en toda mi vida, cortesia de Martin.
Asi, mis pocos pero intensos dias transcurrieron entre fachadas blancas con altos tejados de pizarra oscura, explosiones de flores y fruta en cada esquina, estrellas y duendecillos colgantes, papeles japoneses, ilustraciones de echarse a llorar (tendre que crear otra entrada para hablar un poco mas despacio de este tema), aromas de otros lugares, pasillos de museos cuyas piezas mueven algo dentro de ti sin saber por que, videos frikis del youtube y, claro, los litros y litros de te de jazmin que Lara tenia siempre dispuestos para que los conversaramos, sin prisa, porque teniamos mucho que contarnos (todavia no me habia enterado que tenia un blog :( ). Y asi se escaparon los dias, arañando horas al sueño y sin pensar demasiado. Siempre se queda uno con ganas de mas, no puede ser de otra forma, aunque eso de que las cosas terminen cuando todavia no han podido decaer victimas de la rutina tiene su encanto tambien. Desde luego, aterrice en Barajas con una vision diferente de mis problemas. Pude verlos desde fuera, me senti escuchada y conte con buenos consejos. Creo que no se puede pedir mas y que tampoco es muy conveniente que siga dando la brasa con el tema; pero ahora, cuando me siento sola o me agobian mis insignificantes y destructivas rayaditas mentales, imagino una mesita con pluma y papel junto a una jarra de te y una ventana inclinada por la que se ven los tejados de una ciudad que, al fin y al cabo, solo existe en la imaginacion y, en fin, no es que se solucione nada, pero al menos por un momento me dan ganas de sonreir. En fin, que ya termino, simplemente darles las gracias una vez mas a Lara y a Martin, creo que les debia algo asi a pesar del toston que acabo de dar.
lunes, 15 de junio de 2009
Por algun sitio se empieza
Comienza esa extraña epoca del año sin personalidad definida, que acaba adoptando la forma de las vivencias con las que se llena. Tal vez sea porque el verano es el unico momento del año en el que, al menos en mi caso, no se permanece atado a un sitio ni a una rutina en concreto. Pero es como una nebulosa que esta ahi, y que nunca resulta como uno habia planeado (para mejor o para peor). Tras la todavia mas extraña epoca de transicion entre la desaparicion de las clases, la llegada de los examenes y la relajacion -y aplatanamiento- progresivos, por primera vez en mucho tiempo no tengo la sensacion de finiquitar completamente. Todavia tengo que solucionar un trabajo gordo que ni siquiera se como plantear, y no creo que el momento reuna las condiciones mas idoneas. Siempre surge algun plan y, si no, esta uno tan rayado y aburrido que ve emprender cualquier accion como el peor de los suplicios. Dejare ademas de poder charlar y pasar buenos ratos con la gente que da al curso su principal encanto, y de eso uno no se da cuenta al principio, hasta que comienza a preguntarse a que se debera esa sequedad interna que le incapacita el llevar a cabo cualquier iniciativa. Si a esto se le suma el atascamiento profundo que llevo con la segunda parte de mi novela y los consiguientes meses sin escribir nada, no he encontrado otra solucion mejor que crear un blog. A mi me servira para practicar y para desahogarme y quien sabe, puede que a alguien le interese. Veremos.
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