y en este monte y líquida laguna,
para decir verdad como hombre honrado,
jamás me sucedió cosa ninguna.
(F. Lope de Vega: Rimas humanas y divinas de Tomé de Burguillos).
para decir verdad como hombre honrado,
jamás me sucedió cosa ninguna.
(F. Lope de Vega: Rimas humanas y divinas de Tomé de Burguillos).
Mi noche no es negra ni azul, ni siquiera es
oscura.
Esquinas planas de hormigón y luz
anaranjada,
sombras fugaces y sonidos turbios.
Ecos de versos arcaicos,
antorchas,
que tratan de resonar
en la sombra adulterada.
Luces de avión por estrellas fugaces.
La visión se multiplica, duele al tratar de salir, quiere
reventar paredes.
Pero es inútil, no soy capaz de entregarme
ni al hormigón ni a las estrellas.
Es inútil que me agites por dentro
como a una Ofelia de litros desquiciados y bombillas
de bajo consumo.
No voy a ser yo quien descubra, como otros tantos ya lo hicieron,
que este trance poseedor y entusiástico
conduce siempre a todo para acabar, sin excepción,
en nada.
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